martes, 9 de junio de 2009

La honestidad ante todo


Encontrar un importante monto de dinero y devolverlo, hoy en día, no es común. Mucho menos si el que lo halló recibe una recompensa y la dona a una Organización No Gubernamental.




“¡Que boludo!”, “¿Por qué no se lo quedó?”, “Si el que lo perdió tiene la culpa…”; son los comentarios que suelen escucharse a menudo cuando la noticia es que alguien encuentra plata y la devuelve. En Argentina, estamos acostumbrados a sorprendernos y cuestionar las buenas acciones.

Es el caso de Javier Maldonado, un joven de 31 años, estudiante de derecho, que el miércoles pasado encontró 137 mil dólares en la confitería del hotel Naindo, en La Rioja, y no paró hasta encontrar a sus dueños y devolvérselos. Resultó ser que los propietarios de la importante suma eran un grupo inversor australiano, y no dudaron en premiar la buena acción con 5 mil pesos.

Lo interesante es que Maldonado, miembro de UPAR, una ONG que asiste a personas con problemas sociales y laborales, destinó su premio a la asociación.

A partir de entonces comenzaron a lloverle las llamadas de diversos medios en donde la pregunta que no faltaba era por qué lo había donado.

Es muy triste escuchar tantas veces esa pregunta, a la que el joven debería haber refutada con un ¿por qué no hacerlo? En su lugar, decidió explicar el porque: "El dinero me va a servir para trabajar con mis compañeros del movimiento. Muchos de ellos no tienen una buena situación económica”.

Nuestra sociedad está manchada. Está equivocada. Es indiscutible que Maldonado hizo el bien para otros, pero que se le pregunte en incansables oportunidades porque lo hizo no es normal y habla mal del interesado en saber la respuesta.

Es reconfortante saber que existe gente como este nativo de Cruz del Eje que confesó, en una entrevista radial: “No hice más que devolver lo que no es mio”.


Entrevista a J.Maldonado por Eduardo German, periodista de Cadena3.com


Otros casos, otros ejemplos a seguir

26-05-09 / Rawson
Liliana Romero, una costurera sanjuanina, encontró 100 mil pesos tirados en la calle y se los devolvió a su dueño, un anciano que había ahorrado esa plata para comprar tierras y plantar cebolla. No aceptó recompensa.

22-04-09 / Chubut
Elido Godoy, un suboficial de Gendarmería Nacional, volvía a su casa, después de una larga noche de trabajo, y encontró un rollo de dinero que contenía 2500 pesos en un baldío. Lo primero que hizo fue dar aviso a la Policía que había recibido una denuncia de extravió de una suma mayor. La dueña de la plata era una docente que había cobrado su sueldo y el de una amiga. Lamentablemente el resto del dinero no fue encontrado. El gendarme que no aceptó recompensa.

21/12/05 / Rosario
Un matrimonio, dueños de un bar, encontraron 67 mil dólares en un bolso que había olvidado un cliente en una mesa de su local. Después de esperar tres horas y media, el propietario del dinero volvió desesperado. Era un agente inmobiliario que le ofreció a Guillermina Matorras un obsequio que ella no pudo aceptar.


Por Paula Galloni

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