miércoles, 27 de mayo de 2009

El día que ellas fueron pueblo


Han pasado 61 años desde que se promovió la ley que les permite a las mujeres votar. Para lograr obtener la ciudadanía política cientos de intelectuales, Eva Duarte de Perón y las mujeres de la época tuvieron que luchar el doble que los hombres.


Desde 1900 hubo, en la Argentina, un gradual reclamo femenino con respecto a los derechos políticos. Las agrupaciones feministas de entonces estaban mayoritariamente conformadas por mujeres de clase media y alta. Eran esposas y madres que salían del rol que la sociedad les adjudicaba para tomar un papel con mayor protagonismo histórico. Algunas de las propulsoras feministas fueron Victoria Ocampo, Alicia Moreau de Justo, Cecilia Grierson, Julieta Lantieri, Carmela Horne y Elvira Dellepiane. Ellas insistieron hasta el cansancio. Presentaron proyectos de ley al Congreso, que eran constantemente rechazados, repartían volantes y realizaban simulacros de votos; pero nunca llegaban a efectivizar su meta: derechos cívicos igualitarios para hombres y mujeres. Faltaba algo.


Con la llegada de Eva Duarte de Perón, las líderes del movimiento feminista notaron cuál era su carencia. Al ser, en su mayoría, intelectuales de clase alta, el resto de las mujeres no se sentían identificadas con ellas, no había un acercamiento real, faltaba un discurso que incluyera a todas las argentinas. Eva Perón, por el contrario, representó a la mujer de clase media baja y sin educación.


Cuando su marido, el Crl. Juan Domingo Perón llega al poder, pudo concretar el reclamo feminista. “La posibilidad de que las mujeres tengan participación en el espacio público fue promovida por Perón en 1945 cuando formó la Comisión Pro Sufragio Femenino, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, que Evita dirigió”, contó Mirta Serafíni, Directora del área de Comunicación del Consejo Nacional de la Mujer. La constancia y dedicación de Eva Duarte para con su género contagió e involucró en el mundo político a todas las mujeres del país que se desempeñaron activamente con manifiestos carteles en las calles y adhesiones por parte de organizaciones femeninas.


Mujeres, a votar!

El 23 de septiembre de 1947 se promulgó la ley 13.010 la cual afirmaba que aquellas femeninas mayores de edad y con nacionalidad argentina podrían votar. A partir de entonces las mujeres integraron mesas electorales, se presentaron como candidatas a cargos electivos y se liberaron, en su totalidad, al hablar de asuntos de política. El país había dado un paso adelante en cuanto a la igualdad de género.


“Evita instaló ese concepto de la lucha por los derechos, promovió que las mujeres tuvieran voz propia y motivó a miles para que quisieran votar y puedan ser elegidas”, aseguró la arquitecta Cristina Álvarez Rodríguez, presidenta del Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón. Las primeras elecciones que contaron con la participación femenina fueron el 11 de noviembre de 1951. El único partido político que incluyó a mujeres fue el Peronismo en todas sus listas nacionales para legisladores y, justamente fueron los elegidos con 2.441.558 votos de un total de 3.816.654. Había triunfado no sólo la fórmula Perón-Quijano con el 63,9%, sino que también se concretaba el sueño de miles de mujeres: 23 diputadas y 6 senadoras ocuparon sus bancas al año siguiente.


En 1955, el sexo femenino conformaba, aproximadamente, el 22% de cada Cámara y, el Partido Peronista al ver ese hecho desarrollarse con tanta celeridad, estableció que un tercio de las listas electivas debían ser mujeres. En menos de tres años, se abría otro espacio para ellas.


La capacidad y el intelecto fueron principales detonantes para el fortalecimiento femenino en la política y aunque para las expertas faltan alrededor de 200 años para la equidad de género y, según las estadísticas, siguen siendo el “sexo débil” en el ámbito político, la historia y la actualidad demuestran que las mujeres llegan por peso propio y no porque alguien las toma de la mano.



Por Paula Galloni

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